Ciencia (en latín scientia, de scire,
‘conocer’), término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al
conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre
todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La
búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como ‘ciencia pura’, para
distinguirla de la ‘ciencia aplicada’; la búsqueda de usos prácticos del
conocimiento científico y de la tecnología, a través de la cual se
llevan a cabo las aplicaciones.
Los esfuerzos para sistematizar el conocimiento
se remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los dibujos que los
pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las cuevas, los datos
numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las
civilizaciones del neolítico. Los testimonios escritos más antiguos de
investigaciones protocientíficas proceden de las culturas mesopotámicas, y
corresponden a listas de observaciones astronómicas, sustancias químicas o
síntomas de enfermedades; además de numerosas tablas matemáticas; inscritas en
caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Otras tablillas
que datan aproximadamente del 2000 a.C. demuestran que los babilonios conocían
el teorema de Pitágoras, resolvían ecuaciones cuadráticas y habían
desarrollado un sistema sexagesimal de medidas (basado en el número 60) del que
se derivan las unidades modernas para tiempos y ángulos.
En el valle del Nilo se han descubierto papiros
de un periodo cronológico próximo al de las culturas mesopotámicas que contienen
información sobre el tratamiento de heridas y enfermedades, la distribución de
pan y cerveza, y la forma de hallar el volumen de una parte de una pirámide.
Algunas de las unidades de longitud actuales proceden del sistema de medidas
egipcio y el calendario que empleamos es el resultado indirecto de
observaciones astronómicas prehelénicas.
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